Nos hace
mucha falta, nos viene muy bien que en este momento y en estas circunstancias
nos llevemos cada uno de nosotros una alegría sin esperarla, así es como
debemos crecer y desarrollarnos con la verdadera alegría y dejar de lado de una
vez por todas la negatividad y las posturas victimistas que nos alejan de
cualquier intento de mejora.

“Muchas veces el ejemplo a seguir no está en las cúpulas, más bien en el asiento de al lado o de enfrente”
Por eso este
post, cerca de estas fechas tan significantes para muchos, dar las gracias a
estas personas, a estos voluntarios de corazón, que obran de buena fe en un
mundo plagado de adversidad y de intereses personales, por eso mismo mi apoyo,
mi gratitud y mi especial reconocimiento para personas diferentes en un mundo
contagiado de negatividad.
Les
considero donantes de alegría, acarrean con la difícil situación de hacer reír
a personas adultas y niños en momentos que ni sus propias familias tienen
fuerza para ello. Se prestan a tomar de la mano al necesitado sin nada a
cambio, se dan por entero a la causa y situación sin mirar a quién. Son
donantes de alegría, son personas con una habilidad especial que siendo
conscientes de ello, lo utilizan para el buen hacer y por esa razón deberían
tener su alegría particular, su reconocimiento y su aplauso de personas
anónimas cuando menos se lo esperen.
Desde aquí,
mi homenaje para todos ellos, para los voluntarios de todas las ONG, de todas
las Asociaciones de niños, para todos los voluntarios que se prestan en hospitales, para residencias, para centros de ayuda, para todos ellos, mi
aplauso, mi reconocimiento y por supuesto, mi admiración.