El título de
este post lo dice todo, es la realidad plasmada en letras y así es como se
desarrolla nuestro día a día. Todo depende de lo que pensamos, es indiferente
la circunstancia en la que nos encontremos. Si somos capaces de pensar en
positivo, las cosas saldrán de mejor manera y resultado.
Por regla
general, a todos nos invade el miedo cuando debemos tomar la decisión de pensar
sobre algo concreto que pueda resultar un problema. Es más, la conducta habitual
es pensar en negativo, lo primero que aparece en nuestras mentes es el miedo,
lo que tememos, casualmente lo primero que viene es aquello que no queremos que
suceda, siempre está presente aquello de lo que huimos desde primera línea. Una
vez pasado ese momento de agobio personal, se queda en la frase: ¡verás cómo me
toca a mí!
¡Si lo piensas así, así será, piénsalo!
Todo lo que
pasa por nuestra cabeza lo podemos controlar, es momento de cambiar los rumbos
negativos que tanto estamos acostumbrados a mantener. Nadie nos ha enseñado a
pensar de otra forma, pero se puede hacer perfectamente. Es cuestión de querer
y estar convencido de que se puede. Estas son las bases para poder llegar al cambio.
Cuando nos vemos en momentos delicados que implican riesgo, es momento de
poner en marcha el cambio. Tenemos que parar la mente, desviarla de la
situación en sí y volver al problema con el pensamiento positivo, mandando un
mensaje al cerebro de lo que realmente queremos que suceda. Tras estos primeros
instantes, el miedo vuelve por sus fueros y reviste de nuevo, atenta contra
nuestro pensamiento impuesto, y debemos actuar de igual manera, parar la mente,
desviarla unos segundos y volver con más fuerza si cabe al punto de partida con
nuestro pensamiento positivo. Es duro, que nadie piense que es fácil, ¡no lo
es! Pero funciona y eso prima ante cualquier esfuerzo que se realice para poder
vencer la negatividad que nosotros mismos generamos.
La calidad
de nuestro pensamiento va a decidir en la gran mayoría de los momentos la
serenidad con la que afrontemos las circunstancias adversas a las cuales nos
tengamos que enfrentar.
Si
conseguimos imponer un pensamiento positivo ante la costumbre del negativo,
conseguiremos encarar los problemas de otra manera, veremos luces en los
túneles de la oscuridad, veremos salidas en las calles de larga profundidad,
conseguiremos aprovechar cualquier cosa, dato u objeto para salir de la
situación. Todo tiene que ver con cómo lo veamos. Si lo plasmamos en la cabeza
como debemos, venceremos las pequeñas batallas
que se nos presentan en la vida.
Tenemos la
opción de poder pensar en positivo ante problemas cotidianos, y así entrenar la
mente para poder conseguir hacer de nuestro esfuerzo un hábito que nos ayudará
más adelante, quizás con problemas más importantes.
“Entrenar la mente en Positivo es estar preparado para Vencer”
Cualquier
cambio de actitud por nuestra parte se va a ver reflejado en el resultado de
todos y cada uno de nuestros actos. Solo tenemos que saber que todo lo que
consigamos modificar y cambiar de negativo a positivo desde nuestro YO
interior va a repercutir enérgicamente en nuestro caminar.
Todas las
personas cuando tenemos que actuar en el momento y sin pensar ni siquiera
somos conscientes de lo que vamos a hacer y si llegado el caso seremos capaces
de poder actuar. ¿Cómo actúas en un accidente que ocurre delante de ti? Teóricamente sabes cómo hacerlo pero, ¿realmente sabes cómo lo vas a hacer? Y si de repente te
encuentras con un atracador, ¿sabes cómo vas a reaccionar? Son momentos de
actuar por impulso, con nervios, dudas, etc…
Por eso
debemos y tenemos que entrenar nuestra mente en positivo para el resto de
problemas en los que sí tenemos la opción de saber cómo responder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario