¡Bendita
sea! Cuando nos llaman de una empresa y nos dicen que estamos seleccionados
para el puesto al cuál aspiramos. Esa es la típica llamada que te entra en
vena, te vuelve loco, de repente todo lo ves de colores, de alegría, lleno de vida,
todo es maravilloso y fantástico.
Esa es la
oportunidad que todos buscamos, que todos luchamos, que todos rezamos, que
todos ansiamos, que todos necesitamos y que no todos recibimos.
Ahora que
está de moda el emprendimiento (lo que toda la vida se ha conocido como
autónomos) y las start up (todas las empresas nuevas se inician de igual modo)
es cuando más se valora el trabajo por cuenta ajena, siempre se busca ese plus
de seguridad (sueldo fijo) para no correr riesgos, la verdad es que cada vez es
más difícil que esto suceda, entre los gabinetes de crisis empresariales y lo
apretada que está la línea laboral (pocos puestos, mucha demanda, requisitos
más altos) la situación que se da está encaminada a emprender.
No me parece
mal, creo firmemente que la relación laboral en un futuro se basará en
profesionales independientes buscando encarecidamente la oportunidad de
trabajar en una lucha encarnizada de precios y servicios. Lo que me llama la
atención poderosamente es que las empresas actuales no gestionen bien los
trabajadores que tiene, caen en el error de que hay muchas personas
desempleadas (no me gusta usar paradas porque la mayoría se mueven más que
muchos que tienen nómina).
Cuando hablo
de oportunidad, me refiero a la gran oportunidad que nos debemos dar nosotros
mismos y no lo hacemos. ¡Es posible hacer cualquier cosa que nos propongamos!
Pero hasta que no nos topamos con una situación límite no lo hacemos, hasta que
no le vemos las orejas al lobo no reaccionamos. Si algo bueno ha traído la crisis
es que muchos han agudizado ingenio e instalado un nuevo chip en sus cabezas.
Desarrolla Talento oculto en personas acomodadas en su zona de confort.
Ahora bien,
¿tenemos que esperar a que se ponga todo negro para creer en nosotros? Creo que
se debe pensar fríamente la respuesta para dar un sentido a nuestra vida de
forma y manera que confiemos en nosotros mismos por encima de situaciones y
circunstancias.
La
oportunidad empieza en nosotros para poder ganarla en el día a día, depende de
tu actitud, de tu perseverancia, de tu empuje y de tus ganas saldrá la
oportunidad que mereces, esa hay que ganarla y para ello no debemos esperarla,
hay que lucharla y buscarla desde dentro hacia fuera.
“La primera oportunidad debe nacer de nosotros para nosotros”
Se
recomienda el buen uso de tu talento para proyectar tu calidad de vida personal
y laboralmente, teniendo en cuenta que ninguna mala situación o circunstancia
te regala ningún don, ya lo tenías, tan sólo te condiciona a despertarlo y
usarlo.
¿A que
esperáis para daros vuestra oportunidad?
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