Tras unas
semanas sin escribir, inmerso en la presentación pública de mi primer libro
“Descodificando Emociones” vuelvo a mi lugar de origen para continuar con mi
día a día.
La realidad
es que lo hago desde una postura diferente, he tenido la gran suerte de estar
acompañado por grandes personas, que han hecho de mi día el suyo, he tenido la
experiencia de ver como las personas que me han acompañado en las diferentes
presentaciones me han sorprendido con sus emociones precisamente.
Cuando ves
como se emocionan contigo, es cuando te das cuenta de que todo el esfuerzo y la
dedicación por escribir el libro ha merecido la pena, he tenido en las
presentaciones todo tipo de emociones, en Madrid donde la sala estaba al
completo, estuve arropado por personas de verdad, que no quisieron faltar por
nada del mundo, personas que no conocía y sin embargo ahora están conmigo,
personas que interactuamos por redes y por fin pudimos desvirtualizarnos, y con
la sensación de plenitud y alegría constante en mi corazón, ¡gracias a todos
por estar a mi lado en Madrid!
Para
terminar la mini gira, me presento en Lucena (Córdoba) para realizar una
Masterclass de coaching deportivo y motivación, en la inauguración de un
gimnasio muy especial, el Koryo, todos los preparativos fueron muy emotivos,
cuando llegué me encontré con algo diferente, vi a una familia cuidando de los
suyos, vi como todos se desvivían por el gran momento que les tocaba vivir,
iban a inaugurar su nuevo espacio donde habían puesto todas sus ilusiones.
Orgulloso me siento de haber sido el elegido para tales efectos, la cuestión es
que llegué allí como un profesional y salí como un familiar más, esa conversión
solo es posible cuando te encuentras personas de ley, personas de corazón y
auténticos representantes de valores inconfundibles.
Me encontré
un gimnasio lleno, pero lleno de corazones comprometidos, lleno de miembros de
una gran familia, con caras de alegría, con ganas de disfrutar, y en un evento
muy especial, presentado por mi querido “hermano” Rafael Serrano, se convirtió
en una fiesta entrañable donde los protagonistas fueron esta familia que se
desvive por su pueblo y su gente.
Mi cara fue un poema cuando me sorprendieron con la entrega de una placa en agradecimiento y
montaron la presentación de mi libro sin tener yo constancia de ello, al final
la fusión de sentimientos, los lazos emocionales, la curiosidad por conocer al
ponente, hizo que se formara una fila larga de personas para la firma del
libro con una condición especial, por cada firma debía recibir un abrazo (así lo pedí), y así
fue como grandes y pequeños nos fundimos en un abrazo personalizado donde
recibí el calor de una familia ubicada en Lucena, y de donde yo públicamente
confieso ser uno más de los que forman el “Team Koryo”.
Todo esto se
ha hecho gracias a muchas personas que me han acompañado, en especial quiero
destacar a dos, el mencionado anteriormente Rafael Serrano, ¡Gracias por ser
parte de mi vida y ser el hermano fiel que siempre eres! Y a otra persona que
se merece la mención por los cuatro costados, Fernando Monteleone (CEO de Comunika2) es increíble
que el mundo solo tenga una versión de ti, porque la realidad es que el mundo
necesita más personas como tú para crecer y desarrollar la humanidad en todo
su esplendor. ¡Gracias por ser como eres y por estar a mi lado! Es un orgullo
teneros a mi lado, sentir que estáis y no sentir la ausencia a pesar de los km
que nos separan.
"Retroceder nunca, rendirse jamás"



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