Horas y horas pasamos al cabo de
los días para preparar un buen viaje.
Tenemos en cuenta los detalles,
queremos en todo momento tenerlo controlado,
que no se nos olvide nada
y que salga todo perfecto.
Cuando nos proponemos
viajar lo primero que hacemos es pensar ¿dónde? Siempre intentamos elegir el
sitio más bonito, el que más nos va a gustar, el que más nos va a satisfacer e
incluso el mejor viaje que hayamos planeado jamás.
Siempre que
tengo oportunidad en las sesiones de Coaching y hablamos de viajes, tengo por
costumbre recomendar un viaje muy especial y muy bonito, es un viaje diferente.
Hoy quiero compartirlo con todos vosotros. Me apetece extender ese viaje a
todos para que podáis realizarlo también.
Lo considero
el mejor viaje del mundo. En el trayecto vais a sonreír unas cuantas veces,
vais a pasar por lugares fantásticos, vais a hablar con muchas personas que os
van a enseñar muchas cosas, vais a conocer detalles muy importantes… También
tendréis que descansar y lo haréis eligiendo los mejores lugares. Tendréis los
mejores amaneceres y las más bonitas sensaciones durante todo el recorrido. Lo
importante de este viaje es que os detengáis en los detalles más pequeños, esos
que cuando te das cuenta son los más importantes.
Este viaje
es tan bonito que su punto de partida nace de un sentimiento y se desarrolla
por el tránsito de circunstancias muy peculiares y situaciones tan especiales
que la propia experiencia te genera una sensación de bienestar, que nada ni
nadie puede dejar de sonreír. Una vez que llegas a tu destino, una vez que lo
has recorrido, te sientes en un estado de paz y cuando vuelves a tu punto de
partida, lo haces totalmente renovado, recargado de pilas y con una perspectiva
fantástica y maravillosa para afrontar nuevos retos en la vida y encaramar tu
camino con una elegante forma de mirar y andar, sintiéndote mucho más especial
que nunca. Sin duda este viaje es algo fuera de lo normal, algo que nadie
debería dejar de hacer.
Hoy es un
gran día. Todo aquel que se detenga a leer este post tiene el viaje pagado, está
totalmente invitado a realizarlo y mucho más a disfrutarlo.
Solo me
queda deciros el destino del viaje y lo que necesitáis para llevar durante todo
su recorrido. Pues bien, ese Gran Viaje es a vuestro propio Corazón. Ya podéis
recorrer el mejor camino del mundo. Mirad dentro de vosotros, encontraréis todo
lo bueno que necesitáis: detalles, cariño, vivencias, experiencias, amistades y
algo muy importante es que vais a encontraros a vosotros mismos. Muchas veces
nos olvidamos de dónde venimos, de nuestros propios valores, de los kilómetros
de pasos dados por la vida, de la gente con la que hemos disfrutado y vivido,
de las sonrisas y complicidades que hemos tenido en nuestra vida. El amor que
hemos recibido durante todo este tiempo está registrado en nuestro corazón.
El mejor
viaje del mundo es hacia nuestro propio interior, es donde más seguros estamos
y donde más sensaciones bonitas vamos a encontrar. Es momento de hacer un alto
en el camino y coger la paz, la tranquilidad, un buen momento de relax, un
fondo musical acorde para el viaje, tumbaros en la cama y nada más lejos de lo
que podáis soñar, recrearos en vuestro propio camino. Porque todo camino, por
muy negras situaciones y vivencias que contenga, estará cubierto de alegría y
gloria si nosotros lo decidimos así. Tenemos una montaña de recuerdos bonitos
para traerlos de nuevo a nuestra vida.
“Todos los días nos
cuidamos el cuerpo, el pelo, etc… ¿Por qué no lo hacemos con el corazón?”
Estáis
invitados a este fantástico viaje, tan maravilloso como necesario para todos. Solo
debes querer realizarlo, llegar al fondo de tu corazón y recuperar tu sintonía
por la que ya llevas muchos años bailando en la vida.
¡No olvidéis
invitar a los vuestros a pasar a leer y
recoger su billete!
¡FELIZ VIAJE, OS ESPERO A LA VUELTA!
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