Todos en la
vida cruzamos muchos caminos entre sí, caminos buenos y malos, caminos duros y
llanos, caminamos en un sentido u otro pero siempre caminamos hacia algún punto
en concreto. Todos en algún momento necesitamos caminar al lado, ni delante ni
detrás simplemente al lado.
La verdad es
que la vida te pone muchas veces pruebas a superar de una dificultad entrañable
donde te encuentras abatido y vencido desde primera instancia, sin embargo y
sin darte cuenta superas tus propios límites mentales y físicos y consigues
aunar fuerzas para sobrevivir como buenamente puedes. Es en ese momento cuando
tú mismo recuperas tu energía y empiezas una vez más a caminar, pero hay muchos
de estos momentos que debes caminar al lado, ni delante ni detrás simplemente
al lado.
Hay muchos
tipos de personas que están en nuestra vida, nos encontramos con personas más
fuertes, más listos, más seguros, más felices, etc… (casualmente a los que
solemos envidiar/criticar) y también nos encontramos con personas más débiles,
más cortos, más inseguros y más tristes, etc… (casualmente los que más pena nos
dan) pero también nos encontramos personas arrolladoras, portadoras de éxito y
felicidad así como personas tóxicas y portadoras de negatividad al cuadrado.
Todo esto está en nuestras vidas y solo nosotros decidimos con mayor o menor
tacto continuar a su lado y el tiempo que decidamos. Al margen de esto, siempre
habrá momentos que debes caminar al lado, ni delante ni detrás simplemente al
lado.
Pues sí,
cuando uno tiene la suerte de poder saber elegir, de no dejarse nublar la vista
por el compromiso o el tiempo de amistad, cuando no te da cargo de conciencia
el parentesco, cuando te das cuenta de que te han utilizado, engañado o
simplemente están a tu lado porque te necesitan pero por eso mismo te critican,
cuando eres capaz de decidir por lo mejor para tu propia persona en el día a
día, eso es tener un paso por delante del resto, creer en ti, confiar en ti, no
depender de la sociedad ni de los círculos que te rodean y justo en ese
momento, es cuando decides quedarte con lo mejor que tienes, eso no siempre
significa que los tengas al lado ni tan siquiera que los hables todos los días.
Yo considero
que las Amistades del Alma como las llamo e identifico, son aquellas que
conforman un lazo de unión invisible que hace que las almas se fusionen en un
camino paralelo y conjunto sobre todo para los malos momentos. Estas amistades
son las que con el paso del tiempo marcan la diferencia, son las que cuando
miras atrás para recobrar recuerdos bonitos y sinceros, siempre están. Son las
amistades que nunca quieres perder, que nunca te importa pedir perdón sin has
fallado, que no quieres bajo ningún concepto perderte ningún paso de su vida.
Son aquellas amistades que estando en el mundo y sin compartir sangre ni
apellidos se convierten en hermandades para el resto de tu vida.
“Cuando el ser humano acepte que para ser mejor necesita a los demás, dejará de mirar lo que hace él y se sentará a aprender del resto”
Y quiero dar
las gracias porque a día de hoy, sabiendo elegir y sabiendo que no soy perfecto
e incluso habiendo fallado, tengo “Amistades del Alma” que nunca dejaré marchar
de mi vida y de mi corazón. ¡Gracias por ayudarme a construir mi vida!
Fotografía hecha en la habitación de un niño muy especial.
No voy a
nombraros, no hace falta, sabéis quienes sois, sabéis a quien me refiero pero
sobre sobretodo, sabéis que os quiero.
Brindo por
las Amistades del Alma que son con las que hay que caminar al lado, ni delante
ni detrás simplemente al lado.
¡Chin, chin!
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