Así es como
empezamos este nuevo año, lleno de oportunidades para crear y crecer. Eso es lo
que debemos hacer este nuevo año, dejar a un lado todo lo pasado y encararlo
con positividad y energía.
Es momento
de dar un paso al frente y empezar a construir nuestro “yo” a cada instante,
basándonos por supuesto en todo lo que hemos pasado y aprendido para darle una
dulce salida a tan amargos momentos. Es la mejor manera de dar un golpe en la
mesa. Tal y como hace la gran mayoría y ya que estamos en el gran día de las
promesas, el día 1 de enero es cuando todos decidimos apuntarnos al gym (solo
vamos la primera semana), dejamos de comer a lo grande y empezamos dietas
estrictas (nos dura hasta que llega el fin de semana), dejamos de fumar (hasta
que nos insisten tres veces y la culpa es del otro) y vamos a organizarnos
nuestra semana (hasta que llegan la champions y las cervezas entre amigos). En
fin, que es momento de cumplir, de hacer, de crear, de llevar a cabo, de
construir y de ser serios en lo que prometemos a nosotros mismos.
¿Cuántos
años llevamos haciendo promesas (las mismas)?
Pues algo habrá pasado este tiempo atrás que
no hemos llevado a cabo ninguna de ellas, ahora hay que hacer algo de forma
diferente si queremos de verdad concluir con ellas. Por ejemplo, decidimos ir
al gym y nos lo tomamos como una hora obligatoria de trabajo al que hay que ir
sí o sí pero si no voy tengo que meter 5 euros cada día que falto en la hucha
de vacaciones, respecto al tabaco debemos meter el dinero correspondiente al
paquete de tabaco en la misma hucha y si cogemos tabaco de otro multiplicar por
dos el valor del paquete, de cara a la dieta pongamos precio a los alimentos
que no debemos comer y si caemos en la tentación tenemos que meter el
correspondiente dinero establecido previamente en la misma hucha, para la organización es tan sencillo como
fijar unas multas económicas cuando nos saltamos las normas. Está claro que cuando
nos tocan el bolsillo nos duele y por la misma razón nos movemos, ahora veremos
si imponiéndonos nuestros propios castigos somos capaces de cumplir estas
normas. Teniendo en cuenta y haciendo resumen general, hay que decir que no
cumplir estas normas nos sale mucho más caro a la larga. Es decir que tenemos
la oportunidad de hacer promesas, cumplirlas y ahorrar dinero que para un
futuro inmediato nos va a venir muy bien.
La cuestión
de todo esto es que si hacemos uso de la conciencia y la buena organización
podemos conseguir cambiar por completo malos hábitos establecidos que hasta
ahora no hemos conseguido vencer.
Para llevar
la promesa a su cumplimiento hay que tener un objetivo general, si al dinero de
la hucha le ponemos un destino de vacaciones con fecha y coste total, estoy
seguro de que por unas buenas vacaciones si nos movemos y seremos capaces de
mejorar nuestra calidad de vida día a día para hacer referencia a un bienestar
continuado.
¿Somos
capaces de auto-gestionarnos para conseguir el objetivo?
¿Dónde nos
vamos de vacaciones?
“Cuando el
objetivo es tentador, el camino hasta llegar a conseguirlo tan solo es un querer hacerlo”
¡Felices
Vacaciones!
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