Frialdad, es
la palabra que descubre el sentir del pueblo y esta nuestra sociedad, frialdad
de sentimientos, de movimientos y de actuaciones. Es verdad, que todos nos
agarramos a un clavo ardiendo, más aún cuando estamos solos.
Foto: Google
Esos
mensajes en la botella que todo naufrago lanza con un hilo de esperanza, tal y
como cuentan las historias, y tal y como vivimos en nuestro día a día. Si es
cierto, hoy también lanzamos mensajes en la botella, unos con desesperación,
otros con esperanza, algunos hasta con deseo, pero la verdad verdadera es que
seguimos lanzando mensajes tal y como cuenta la historia.
Leyendo al
Sr Pérez-Reverte, en Patente de Corso, leemos un testimonio escrito en uno de
sus múltiples artículos, “es curioso lo sola que está la gente y el frío que
tiene y como se agarran a cosas como un libro o firma de alguien que escribe
cada semana o de alguien que habla en la radio”. Y lo traslado a nuestro
momento actual y es precisamente lo que encontramos dentro y fuera de las
redes, intentamos llenar vacíos al identificarnos con personas referentes que
escriben o hablan, es decir, que trasmiten ideas y posturas, en las que nos
sentimos identificados. Qué razón tenía cuando lo escribió, y hoy, la sigue
teniendo.
A través de
nuestros espacios en las redes, hacemos llegar ideas y posturas, lo importante
es que trasmitamos y haya personas que a su vez, crezcan, se desarrollen, que
seamos conscientes de que si escribimos para los demás, sea con la intención de
ayudar, mejorar, e incluso indirectamente dar un empujón anímico, que muchas
veces desde nuestro rincón, somos capaces de dar, a personas que nos leen con
los brazos abiertos en busca de un aliento y una ayuda que sea la base de
cualquier esfuerzo por progresar.
Desde que
escribo en el blog, el mayor motivo del mismo es este, deseo trasmitir, en lo
que realmente creo para hacer llegar un punto de positividad, de ayuda, de
alegría. Si bien es cierto, que muchas veces, profundizo en la escala de
valores personales, y esto implica escribir lo que uno muchas veces no quiere
leer.
Es momento
de querer abrazar al de al lado, es momento de preocuparse también por los
demás, todos buscamos una oportunidad, alguien que nos dé la posibilidad de
crecer y mejorar, pero ¿cuántas oportunidades damos nosotros a los demás? Me
gustaría contribuir con esta postura, estoy seguro que es momento de poder
aplicar esas oportunidades, de poder crecer, y lo digo así, porque realmente
solo podemos crecer con el conocimiento de los demás y que nosotros no tenemos.
Soy de los
que confío en:
“Todos somos ignorantes, pero no de
las mismas cosas”
Y con esto quiero decir, que si nos apoyamos
entre todos, a poco que cualquiera se sienta apoyado, escuchado y atendido,
estaremos un poco más cerca de dejar de ser egocéntricos y egoístas, para ser
más humanos y responsables con nosotros mismos y la sociedad. Por si no somos
conscientes aún, la sociedad la formamos todos y como tal, hemos de cuidarla.
Así que,
sigamos con el texto del Sr Pérez-Reverte, y aprovechemos para luchar contra la
frialdad y la soledad de esta, que sin embargo, es nuestra sociedad.
Este es mi
mensaje en la botella, lo lanzo con esperanza, con ilusión de que llegue a
algún puerto, de que alguien lo recoja y lo pueda aplicar o mostrar. No
obstante, la botella seguirá divagando por los rincones de la humanidad hasta
ser leída por aquellos que desean mejorar.
Os deseo que
sea cuando sea, os encontréis con la botella, esta o cualquier otra que
contenga un mensaje, eso quiere decir, que hay quien escribe y por supuesto,
hay quien sigue leyendo.
“Nunca
penséis que un mensaje en una botella, es un mensaje en vano, ahora estáis
leyendo uno, y ayudáis a que sea válido”
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